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El mundo financiero pone a disposición de los usuarios un sinfín de productos en apariencia sencillos, pero que en la sustancia no lo son tanto. Por esta razón, desde Préstamos Hipotecarios te recomendamos que, antes de suscribir un contrato financiero, los leas con detenimiento y sobre todo la letra pequeña. ¿Has oído hablar alguna vez del swap hipotecario? Si tu respuesta ha sido negativa, te aconsejamos que no te pierdas nuestro artículo en el cual te contamos todo lo que necesitas saber sobre el swap hipotecario.

¿Qué es el swap hipotecario en una hipoteca variable?

Un swap en una hipoteca variable es un contrato, firmado en cualquier momento de la vida de la hipoteca y en un documento independiente, mediante el cual el hipotecado se garantiza pagar un interés fijo máximo durante un periodo de tiempo. El banco se encargará de abonar la diferencia cuando el Euribor sea superior al tipo de referencia pactada, sin embargo, si el Euribor está por debajo del tipo de referencia pactado será al hipotecado a quien le tocará compensar la diferencia, ya que está obligado a pagar el tipo mínimo del contrato.

Un swap es un concepto financiero que representa una especie de seguro frente a subidas en los tipos de interés. Se trata de un contrato complejo, generalmente utilizado por empresas al realizar ciertas inversiones o incluso compras a crédito. La finalidad es cubrirse las espaldas por si los tipos de interés suben más de un nivel previsto.

Podemos definir el swap hipotecario como un producto derivado, que se puede utilizar para hacer cobertura frente a posibles subidas en los diferentes tipos de interés. El swap es un producto muy empleado en el mundo de las inversiones para cubrir carteras, aunque se trata de un instrumento de riesgo, utilizado sobre todo por parte de inversores cualificados e institucionales.

¿Es ventajoso para el hipotecado tener un swap hipotecario?

Como ya hemos mencionado anteriormente, el swap hipotecario, además de tener un coste no indiferente, es un producto financiero de alto riesgo. Puede parecer tentador cuando la expectativa de los bancos centrales es subir los tipos de interés.

Teniendo en cuenta que se trata de contratos de medio plazo, si cambian las circunstancias y si el valor de los tipos de interés cae, el hipotecado no tendrá el derecho de aprovecharse de dicha bajada. Esto significa que tendrá que pagar un tipo de interés mayor del que le correspondería, sumado a la comisión por disponer de este producto.

Este tipo de contrato puede resultar ventajoso, siempre y cuando, los tipos de interés sean lo suficientemente bajos. De esta manera, el mínimo del intervalo de protección será bajo y, aunque se ocasionen caídas, el hipotecado podrá pagar su hipoteca a un buen tipo de interés.