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Una hipoteca puente es aquel préstamo que permite acceder a financiación para comprar una vivienda nueva, pero todavía se está esperando para vender la vivienda antigua.
Dicho de otro modo, es aquel préstamo que se recibe para comprar una nueva vivienda mientras todavía se está pagando el préstamo de la vivienda antigua. En este post vamos a explicar qué es una hipoteca puente, cómo se tramita y cuándo puede ser útil.
Qué es una hipoteca puente
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El préstamo conocido como hipoteca puente es muy parecido o casi igual al denominado préstamo de anticipo inmobiliario. En ambos casos, se trata de préstamos que una entidad bancaria entrega con la condición de que el propietario de un inmueble lo venda y se compre otro con el nuevo préstamo que se le ha concedido. Una hipoteca puente es diferente de una hipoteca normal en qué las hipotecas puente son mucho más a corto plazo que las hipotecas normales. Este plazo es más corto porque, como hemos dicho en la introducción, la entidad bancaria espera que el cliente se compre una nueva vivienda en el corto o medio plazo.
Cómo se tramita una hipoteca puente
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La forma más común de acceder a una hipoteca puente es hacerlo a través de nuestra entidad bancaria habitual. No obstante, aquellos clientes que tienen prisa y no quieren esperar a que la entidad bancaria les dé una respuesta (plazo que puede demorarse varias semanas) es común que acudan a la financiación o préstamos hipotecarios de capital privado para poder acceder a una hipoteca puente.
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1. Tasar la propiedad que quiere venderse
La entidad bancaria o prestamista realizará una tasación del inmueble o propiedad inmobiliaria que el cliente quiere vender, para de este modo poder saber la cantidad máxima que puede entregarle en forma de préstamo. En base al valor de tasación de la propiedad, el prestamista o banco para una oferta de financiación adaptada a las necesidades del cliente para que éste pueda tramitar la venta de su inmueble sin prisa. Como vemos, se utiliza el mismo inmueble sobre el que pesa el préstamo hipotecario normal para ampliar la cantidad de dicho préstamo.
Algunas entidades bancarias utilizan el valor de la vivienda que el cliente quiere comprar como garantía del préstamo puente (o ampliación de la hipoteca inicial).
2. Puesta en marcha del nuevo préstamo
Una vez se tiene un valor de tasación, el banco o prestamista formaliza un préstamo que unifica los dos préstamos hipotecarios: el actual que se está pagando y el nuevo que se necesita para la nueva propiedad. Para esta operación la vivienda en venta es la garantía del préstamo, que suele alargarse entre 2 y 5 años, y la cuota reúne en un solo pago ambas hipotecas. Algunas entidades bancarias permiten acceder a periodos de carencia de pago, aunque los intereses se siguen acumulando en este tiempo.
3. Venta de la primera vivienda
Con el dinero de la venta de la primera vivienda se puede amortizar la deuda y por tanto extinguir la hipoteca sobre dicho inmueble. A partir de ahí se formaliza una hipoteca normal y corriente con la nueva propiedad inmobiliaria que se quiere comprar.