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En algún momento de nuestra vida terminamos por acumular ciertos tipos de deudas. Y sea cual sea el caso lo mejor siempre es liquidarla lo antes posible. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez que tipos de deuda existen? ¿Hay alguna deuda peor o mejor que otra? ¿Podemos tomar de nuevo las riendas de nuestras finanzas cuando las deudas parecen haber ganado la batalla? Desde PrestamosHipotecarios.Net queremos resolver estas dudas contigo. ¡Comencemos!

Qué tipos de deudas existen

Diferentes tipos de deuda

Dentro de los diferentes tipos de deuda que existen podemos encontrar:

Deuda de subsistencia

Estas deudas deberían de ser las más normales. De hecho todos los deudores querrían que este fuera siempre su tipo de deuda. Las deudas de subsistencia son aquellas que contraemos para poder llegar a fin de mes. Pero haciéndolo sin lujos. Para que una deuda se considere de subsistencia debe:

  • de servir para cubrir las necesidades básicas. Es decir, suministros, hipotecas, transporte…
  • el deudor no dedica el resto de su capital a realizar gastos superfluos. Por ejemplo comprar una prenda de ropa carísima o hacer una mini escapada de fin de semana.

Es común que los trabajadores cuyo sueldo no es suficiente para vivir contraigan este tipo de deudas. Suele ser habitual en familias numerosas cuyos ingresos no son muy elevados. Hoy en día por desgracia en España es bastante habitual ya que cada vez existe un mayor número de trabajadores pobres.

Deuda ficcional

Este tipo de deudas es sin duda una de las más peligrosas a las que tendremos que enfrentarnos. Es la que probablemente tus padres te hayan repetido una y otra vez que no contraigas: aquella por la cual buscas vivir por encima de tus posibilidades. Es decir, aquellas que contraemos con la intención de tener un día a día por encima de lo que nuestros ingresos nos permiten. Por ejemplo comprar un coche muy superior a nuestra capacidad económica real. Este tipo de deudas solo te darán problemas y terminarán por arruinarte.

Deuda de inversión

Hablamos de esta deuda cunado el dinero se utiliza para invertir. Esta puede ser tanto negativa como positiva.

Por ejemplo, hablaríamos de una deuda para invertir positiva en el caso de adquirir un inmueble con una hipoteca acertada con la intención de alquilarlo y cubrir la hipoteca además de obtener ganancias.

Hablaríamos de una deuda para invertir negativa en caso de invertir en mercados de alto riesgo (por ejemplo la Bolsa) con variaciones de valor muy altas y a corto plazo.

Este tipo de deuda puede ser interesante pero hay que adquirirla con mucha cabeza y pensando bien las oportunidades de negocio. Es el único tipo de deuda que nos permitirá generar beneficios a largo o corto plazo.

Deuda hormiga

Nos referimos a aquellas pequeñas deudas que vamos generando aquí y allá para hacer frente al día a día. Estas deudas nacen debido a una mala administración y control de nuestras finanzas personales. Puede que pidas un poco de dinero a un amigo o a tus padres. Es probable que un mes solicites un adelanto de parte de tu sueldo. Puede que pidas un micro crédito rápido para poder pasar un mes… Una buena administración de las finanzas personales evita que estas deudas aparezcan.