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Cuando se da la compraventa de una propiedad contamos con dos figuras principales, la del comprador y la del vendedor. Por lo que, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de tercero hipotecario? Esta figura corresponde a la tercera persona que tiene una titularidad jurídica real respecto a la propiedad vendida independientemente y a la cual le corresponde este derecho pese a que la propiedad pase a ser propiedad de otra persona.
Por lo que, el concepto de tercero hipotecario se refiere a aquella persona que es adquirente de un derecho real inscrito en el Registro de la Propiedad y se le relaciona con las transmisiones que han sido realizadas con anterioridad al momento de la inscripción.
Se creó esta figura con el objetivo de conceder a una tercera persona la protección jurídica ante una posible ineficiencia del título de la persona transmitente, así como también frente a derechos no inscritos en el Registro. ¿Quieres saber más? No te pierdas nuestro artículo de PréstamosHipotecarios.Net.
¿Por qué es necesaria esta figura?
El tercero hipotecario es necesario, puesto que representa la manera que tiene el banco de tener una garantía de que su dinero será devuelto, una vez prestado. Se pone la propiedad del tercero en garantía y en el caso de que el solicitante no pueda hacer frente a la devolución del dinero, se le embargará la propiedad.
Requisitos para ser Tercero Hipotecario
Para poder ser considerado tercero hipotecario y disfrutar de protección de la fe pública registral hay que cumplir una serie de requisitos:
- Tener la capacidad legal para contratar y ser propietario de una propiedad.
- Tener una buena historial crediticio y una capacidad financiera suficiente para hacer los pagos mensuales de la hipoteca.
- Proporcionar una garantía adicional, como una propiedad o una suma de dinero, para respaldar el préstamo hipotecario.
- Tener un seguro de título de propiedad para proteger al prestamista en caso de problemas legales con el título de la propiedad.
- Firmar un contrato de hipoteca que especifique los términos y condiciones del préstamo hipotecario, incluyendo la tasa de interés, el plazo del préstamo y las obligaciones de las partes.
Es importante mencionar que existen variaciones en los requisitos según el país y la institución financiera, por lo que es recomendable consultar con un especialista en el tema.
¿Qué quiere decir ser tercero hipotecario de buena fe?
El tercero de buena fe es aquella persona que demuestra tener una conducta prudente y diligente. No forma parte en la celebración de un contrato o acto jurídico, y por tanto, no se ve afectado por las consecuencias generadas de los actos jurídicos de los cuales no es partícipe. Además, también cumple con todos los requisitos que se han establecido en el artículo 2014 del Código Civil.
Tipos de terceros que se pueden dar
- Tercero simple
No mantiene relación con las partes contratantes y es extraño en relación contractual, su papel en la negociación es de respeto y abstención.
- Tercero adquiriente
En esta situación el tercero en un inicio es extraño en la negociación, pero cuenta con posterioridad en relación jurídica con alguna de las partes contratantes, frecuentemente mediante un contrato que trae causa del anterior.
Ventajas de ser tercero hipotecario
Las ventajas de ser un tercero hipotecario son que no es necesario estar vinculado económicamente con la propiedad que está siendo comprada, ni tampoco se deberán afrontar las deudas en el caso de que el propietario no se haga responsable. Por último, el tercero hipotecario podrá disfrutar de los beneficios de la propiedad y transferir la posesión.
Desventajas de ser tercero hipotecario
- No disfruta de los beneficios fiscales que ofrece el estatus de la entidad financiera.
- No está regulado por el Banco de España .